Ya sea que trabaje para el gobierno local o federal, muy probablemente su organización acepte efectivo como forma de pago. Desde la recolección de impuestos y multas por estacionamiento hasta facturas de servicios y más, las oficinas gubernamentales reciben una suma sorprendente de efectivo cada año.

Las tiendas minoristas siempre están buscando nuevas formas para optimizar sus operaciones sin aumentar los costos o sacrificar la seguridad. Sin embargo, muchas empresas siguen manejando su efectivo manualmente, y son demasiado conscientes de los desafíos y riesgos que el proceso tradicional de gestión de efectivo conlleva.

Actualmente, la demanda de efectivo sigue siendo resiliente. A mucha gente esto le parece sorprendente, especialmente ante la mayor competencia de métodos alternativos de pago, como las tarjetas de crédito, las tarjetas de débito y las aplicaciones de pago electrónico, como Venmo y PayPal. Sin embargo, el Diario de elección del método de pago de consumidores de 2019, realizado por la Reserva Federal, resalta la manera en que una gran variedad de personas de diversas edades y niveles de ingreso por hogar todavía utilizan dinero en efectivo, e incluso lo prefieren.

Dado que el efectivo sigue siendo un método de pago preferido por consumidores de todas las edades, la tecnología para la gestión de efectivo está en constante evolución hacia el futuro. Como resultado, tanto las tiendas minoristas como los bancos están siempre en busca de nuevos servicios y dispositivos para satisfacer las necesidades de sus clientes de manera más eficiente.

Debido a que las universidades tienen entre 1,000 y más de 50,000 estudiantes, no es de extrañar que los campus universitarios sean propiedades con muchísimo valor para realizar eventos especiales.

A pesar de la creciente popularidad de los pagos por dispositivo móvil, el efectivo sigue siendo muy utilizado por los consumidores de todo el país. Es decir, muchas personas siguen usando dinero en efectivo para pagar los aranceles gubernamentales, como impuestos, multas por estacionamiento, costos judiciales y más. Este uso de efectivo crea una necesidad de gestionar efectivamente el ingreso de efectivo para permitir operaciones eficientes diariamente en los organismos gubernamentales.